Actualmente vivimos en un momento de evoluciones tecnológicas rápidas y de cambios generalizados. El ámbito educativo queda igualmente afectado por este fenómeno del desarrollo tecnológico, pero a diferencia de otros sectores de la actividad humana su afectación es doble. Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación no sólo son un recurso más para el desarrollo de procesos educativos de calidad, de incremento de eficacia, de eficiencia, sino que a la vez se constituyen en un objeto más de la educación (conceptuales, procedimentales, actitudes, valores y normas) que han de ser inexorablemente tratados. Tenemos que formar individuos-personas “en” “con” y “para” las nuevas tecnologías.
Una vez dicho esto, debemos de saber que el formador se va encontrar con unas series de competencias nuevas a desarrollar, como son; competencias tecnológicas, competencias de la comunicación animación, competencias teóricas y competencias psicopedagógicas. El formador se va hallar ante un dilema de ser un técnico y un pedagogo con competencias sociales.
Nuestras competencias como psicopedagogos serán fundamentalmente las siguientes:
- Orientar sobre métodos de enseñanza con ayuda de herramientas multimedia.
- Orientar sobre métodos de tutoría de monitorización.
- Capacidad y aptitudes en materia de orientación profesional, de explicación del modelo teórico, de técnicas de desarrollo personal y formación de métodos de individualización del aprendizaje.
Para concluir me gustaría decir que debemos de ser realistas en la elaboración de nuestro trabajo como futuros psicopedagogos ya que existen obstáculos en todo el desarrollo de las nuevas tecnologías (falta de recurso) dentro del proyecto educativo y para conseguir este objetivos vamos a necesitar la colaboración de toda la comunidad educativa.
1 comentario:
Creo firmemente en los valores que este artículo representa.
La era en la que nos encontramos, característica sobre todo por sus continuos cambios a los que se nos somete con bastante frecuencia, nos hace estar dispuestos a adaptarnos a un nuevo mundo que va más rápido que nosotros. Si esto ocurre en todas las facetas de nuestra vida, no lo es menos en el caso de las nuevas tecnologías. Si somos orientadores, tendremos que realizar precisamente esa función: la de orientar y asesorar...¿Cómo podemos hacer eso si ni siquiera nosotros mismos sabemos que tenemos a nuestro alrededor? Debemos aprovechar que hemos nacido rodeados de tecnologías para mejorar las funciones que desde nuestra profesión se nos han asignado. Algunos seremos nativos digitales, otros inmigrantes digitales, pero ninguno de esos dos conceptos nos debe impedir desarrollar al máximo nuestras capacidades en cuanto a la tecnología se refiere, y por supuesto para su aplicación plena en la educación.
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